Sientes que algo no va bien, pero no sabes qué es, no te atreves a cambiarlo, o no sabes cómo.
Estás preocupada porque tu cuerpo te está empezando a dar toques de atención: insomnio, problemas de piel, problemas digestivos, dolores de origen desconocido….
Sientes que no tienes el control de tu vida ni eliges lo que de verdad quieres para ti.
A veces tus emociones te controlan y te superan, y actúas de una manera que luego te arrepientes.
Te preocupa la aprobación de los demás y acabas haciendo cosas que “no van contigo”.
¿TE SUENA ALGUNA DE ESTAS SITUACIONES?
¡Enhorabuena!
No eres un bicho raro, no eres la única, y sobre todo, no estás sola.